DESCRIPCION:-
La fiesta de San Zoilo, con su feria de ganado, se celebró desde muy antiguo el 27 de junio, mas decayó y dejó de celebrarse. En 1895 se recuperó pero en el siglo XX volvió a dejar de celebrarse. Se recuperó de nuevo en 1972, y así se mantuvo hasta 1985, año en que, coincidiendo con el XXV aniversario de la Coronación Canónica de la Virgen de Belén, la celebración se trasladó al mes de agosto, al último lunes anterior al día 28, resultando por ello fiesta variable entre el 21 y el 27 de dicho mes, y en estas fechas se celebra desde entonces, por lo general desde el viernes anterior hasta el martes siguiente, aunque la festividad religiosa no se ha trasladado y en el Santoral sigue figurando San Zoilo el 27 de junio. Este nuevo emplazamiento de las fiestas hace posible una mayor participación de veraneantes, turistas y estudiantes. Durante varios días antes y después de esta fecha, la ciudad se viste de fiesta en honor de su patrón, con un amplio programa de festejos y celebraciones en el que participa toda la población carrionesa y foránea. La original procesión cívico-religiosa de San Zoilo, de marcado carácter popular, conmemora el martirio del Santo con música de pasodobles y bailes al Santo.
La feria de San Zoilo era tradicionalmente una feria de ganado en la que, además del mercado de ganado bovino y ovino, tenían gran importancia las transacciones de ganado mular, que los labradores compraban como complemento al ganado de que disponían para ayudar a hacer frente a las faenas del campo durante el verano, pues por estas fechas ya conocían cómo venía la cosecha y podían calcular las necesidades de ganado que iban a tener para la recolección. En este tiempo era también tradicional el mercado de maderas, al que solían acudir los sorianos con carros de bueyes llenos de tablas para venderlas en este mercado, normalmente a los carpinteros de la región; en este mercado tenía importancia también la venta de trillos, dada la época del año.
Alegres, juveniles y entusiastas, las peñas nacieron en las fiestas de San Zoilo de 1974 para agrupar bajo un lema, un título y un color a muchachas y muchachos dispuestos a hacer de su unión un bello motivo festero para todos los carrioneses y comarcanos, para llenar de alegría las calles de la Ciudad, para que sus piedras milenarias parezcan más jóvenes al embrujo alegre de las peñas locales. A la pionera, La Tuerca, siguieron muchas, unas más duraderas que otras, pero todas, las que fueron y las que son, con un objetivo común: utilizar las fiestas para el máximo recreo participando en los actos programados y contagiando su alegría al resto de la población.
Los peñistas son jóvenes y con ganas de divertirse. Todos los años comienzan las fiestas al son del chupinazo y no paran de bailar hasta el último día. Y es que los peñistas resultan imprescindibles en todos los festejos. Estos jóvenes proporcionan el ambiente de fiesta con su vestimenta característica y la contagiosa alegría que desprenden a su paso. Cada peña tiene sus peculiaridades, pero todas coinciden en un punto, la camaradería que los miembros del grupo se profesan, y es que todos en la peña son compañeros. Los peñistas contribuyen con sus iniciativas a la buena marcha de las fiestas, organizando actividades, como la suelta de ruedas de tractor, y participando en las liguillas de fútbol que se celebran.
Los festejos cuentan con la participación de estos, tanta es su importancia que se les dedica una jornada entera en el programa, normalmente la del sábado. Pero, sin duda, la mayor obligación de los peñistas es tener un local disponible para todo el que quiera refrescarse con un poco de limonada. Además de participar en las actividades, por la noche contribuyen a la juerga haciendo limonada y formando parte de la tradición de ir de peña en peña. Pero las peñas no son grupos que desaparezcan al terminar las fiestas, sino que los peñistas mantienen el contacto a lo largo de todo el año con reuniones, meriendas y otras actividades.
El programa de fiestas incluye numerosas actividades, unas tradicionales y otras nuevas. Entre aquellas, son especialmente reseñables las siguientes:
- El pregón y la presentación de Zagalas. Las fiestas comienzan el viernes por la tarde con la recepción de autoridades provinciales y autonómicas en el Salón de Sesiones del Ayuntamiento. A continuación se trasladan al Teatro Sarabia, donde un hijo de la Ciudad o una persona vinculada especialmente a ella pronuncia el pregón literario, que tiene un carácter de especial solemnidad, sirviendo habitualmente para recordar algún pasaje de la historia de la Ciudad o para reflexionar en voz alta sobre los sentimientos que identifican a los carrioneses. Acto seguido, tiene lugar la proclamación solemne de las Zagalas, jóvenes carrionesas que representan la vitalidad y el espíritu festivo de estos días. Después, toda la comitiva regresa a la Plaza Mayor, donde espera el gentío, y el Alcalde lanza el chupinazo que da comienzo a las Fiestas. Entonces, los componentes de las Peñas se enzarzan en una batalla de harina, gaseosa e incluso huevos con un resultado fácilmente imaginable.
- La cena medieval. El mismo viernes, por la noche, se celebra en el claustro del monasterio de San Zoilo la tradicional cena medieval. El abad mitrado y sus monjes reciben a los numerosos comensales en un mágico ambiente y, entre plato y plato, se representan diferentes escenas de la historia de Carrión. El convite termina con bailes de la época.
- Fiesta de disfraces. Tiene lugar el domingo por la noche y consiste en un concurso en el que las Peñas demuestran su ingenio y habilidad a la hora de disfrazarse y bailar por las calles de la localidad para deleite y recreo de carrioneses y visitantes, y finalmente adjudicar los premios a los ganadores.
- El sábado se organiza el Día del Deporte, con competiciones de fútbol-sala, ciclismo, baloncesto, pádel, tenis, triples y tiros libres, parchís, carrera de galgos con liebre mecánica y gymkana.
- El domingo es el Día Infantil y los niños pueden disfrutar a lo grande en el parque infantil con hinchables, coches kart, disfraces y la muestra de artistas de calle.
- La procesión de San Zoilo. El lunes, festividad del Santo Patrón, las autoridades civiles y las zagalas se encuentran en el Ayuntamiento y después van a la iglesia de San Julián, donde está la imagen del Santo, para comenzar la solemne procesión. Allí los reciben las autoridades religiosas, y los jóvenes sacan la imagen en andas. La tradición ponía en los quintos de cada año el encargo de llevar al Santo en la procesión; una vez suprimido el servicio militar obligatorio, lo llevan los jóvenes a quienes habría correspondido ser llamados a filas. Mientras la Banda Municipal de Música interpreta solemnes marchas, la procesión se dirige a la iglesia de Santa María, donde se celebra la Eucaristía. Normalmente, en la homilía se hace referencia a las virtudes y los milagros del Santo. Después de la misa, se dan a besar sus reliquias mientras se canta el Himno a San Zoilo. A continuación, los mismos jóvenes toman de nuevo al Santo, pero esta vez lo llevan zarandeando la imagen al compás de charangas y otros ritmos festivos: es la llamada procesión pagana. Al llegar a la puerta de la iglesia de San Julián, la Banda Municipal de Música interpreta y todo el pueblo canta el Himno a Carrión. Finalmente, la imagen vuelve a ocupar su lugar en la iglesia de San Julián. Se ha hecho costumbre que, después de la procesión, los vecinos, desde sus casas, obsequien a los jóvenes que participaron en ella con calderos de agua lanzados desde sus ventanas y balcones. Ellos lo piden y lo agradecen, sobre todo si el día es caluroso, que es lo habitual en esta época del año, y especialmente aquellos que llevaron la imagen del Santo; es más, normalmente no quedan satisfechos y acaban bañándose en las siempre frescas aguas del río Carrión.
- Otra de las principales tradiciones de las fiestas en honor a San Zoilo y que tiene lugar después de la procesión es la degustación de tortilla y limonada. Un manjar al que invita año tras año la Asociación de Mujeres Virgen de Belén. Durante todos los días que duran las fiestas, la animación es constante y corre a cargo de las peñas, pasacalles, dianas, charangas, murgas, orquestas, verbenas, disco móvil y conciertos.
- El martes, último día de fiestas, se cierra con la tradicional merienda en el plantío. Por la noche los fuegos artificiales y las tradicionales murgas junto con la verbena cierra estas fiestas patronales hasta el año siguiente.
Entre otras actividades también organizan un rally fotográfico, una tirada al plato, una manguerada, concurso de mascotas, torneo de ajedrez y un homenaje a nuestros mayores.
La comida y bebida no faltan: vermout, chorizada, pancetada, limonada y tortillada. Y los fuegos artificiales que despiden estas fiestas hasta el próximo año.
Los décimos de la Lotería Nacional del sorteo del 21 de agosto de 1999, coincidiendo con las Fiestas Patronales de la ciudad, fueron ilustrados con la imagen del Pantocrátor de la iglesia de Santiago en conmemoración de dos acontecimientos importantes. Por un lado, en este último Año Jacobeo del milenio, Carrión fue nombrada Ciudad Jacobea, acogiendo a todos los peregrinos que hacen el camino. Por otro lado, con unos años de retraso, se celebró el centenario del título de Muy Noble y Leal Ciudad que concedió a Carrión la reina regente María Cristina en 1894.
Desde 2005, la Asociación de Mayores Piña Merino, que cuenta con cerca de doscientos socios, viene celebrando el día de San Zoilo, patrono de Carrión de los Condes, el día 27 de junio, manteniendo así la tradición de la antigua fiesta del patrono de la ciudad, que fue trasladada por el Ayuntamiento al mes de agosto. La jornada comienza con una concentración en la Plaza Mayor, donde los miembros de la Asociación son recibidos en el salón de plenos del Ayuntamiento por el alcalde. Tras este acto, toda la comitiva se dirige hasta la iglesia de San Andrés Apóstol, donde se oficia una misa en homenaje a los asociados desaparecidos durante el año anterior y se recuerda al patrono de Carrión, San Zoilo, cuya fiesta litúrgica se sigue celebrando el 27 de junio. Tras la misa, se celebra una comida de hermandad, marcada por los recuerdos y anécdotas de la historia de la asociación, a la que todos contribuyen con su esfuerzo y con su participación. La jornada festiva concluye con un animado baile en los jardines del Plantío.
PARTICULARIDADES:
Dirección : Plaza San Andres.
Epoca : Siglo XI.
Fecha : 27 de Junio trasladada al último Lunes de Agosto.