La Casa Grande, situada en la plazuela de San Julián, es una construcción levantada a principios del siglo XX al estilo de las casas coloniales del XIX. Es uno de esos edificios que ha conseguido crear su propia leyenda aunque como toda leyenda que se precie se encuentre plagada de inexactitudes, a medio camino entre la ficción y la realidad.
Al menos así lo aseguran las biznietas de la persona que mandó construir esta magnífica easa, el hijo ilustre de Carrión  Ángel Fernández, que aunque afincado en Valladolid, quiso tener una propiedad en su pueblo. Las hermanas Rosario, Ascensión y Carmen Fernández, familiares de Ángel Fernández, no solo han nacido en Carrión sino que viven en la localidad.
El inmueble, de enormes dimensiones, lleva años cerrado, por eso cabe calificar la visita de extraordinaria. Una visita que no se ha querido perder Mercedes San Millán, hija de Carmen Fernández y si seguimos el árbol genealógico, tataranieta de Don Ángel. Es la primera vez que Mercedes va a tener ocasión de conocer la casa de sus antepasados y no oculta la emoción que siente.
Su madre y sus tías no traspasaban el umbral de la puerta desde que eran niñas cuando se acercaban a la casa a compartir juegos y meriendas con tía Antonia. Un sentimiento de nostalgia es el que invade a Rosario, al recordar que entre las paredes de esa casa, siendo niña, su tía la enseñó a hacer bolillos.
Adentrarse en la casona inspira un respeto casi reverencial. Uno se siente irremediablemente intruso cuando empieza a deambular por sus dependencias, subiendo y bajando la escalera central, asomándose por recovecos… y viendo los enormes cuadros con los retratos de los antiguos moradores de la Casa que cuelgan de las paredes.
Un pequeño álbum de nácar nos descubre en fotografías en blanco y negro los rostros de hombres y mujeres con posibles de una época ya remota.

LA CASA DE LOS FERNÁNDEZ. El creador del magnífico palacete, Ángel Fernández,  aunque oriundo de Carrión, vivía en Valladolid donde regentó una casa de empeño. Allí hizo fortuna y quiso construir en su pueblo, en Carrión de los Condes, una magnífica casa para uso y disfrute de su familia.
Hay quien erróneamente se refiere a la Casa Grande como la Casa de las Lágrimas, por el disgusto y la desazón que conlleva desprenderse de objetos queridos, pero lo cierto es que en Carrión, la Casa Grande nunca funcionó como casa de empeño.
Cuando muere Ángel Fernández, la Casa Grande pasa a ser propiedad de sus tres hijos, Antonia, Santiago y Mariano Fernández, pero tan solo «la tía Antonia es la que pasa los meses de verano en el palacete», según recuerda Rosario Fernández.
Posteriormente la Casa Grande queda en manos del hijo de tía Antonia, Fernando Alver Fernández, casado en segundas nupcias con Lourdes Alonso, la propietaria actual de la Casa.
En ninguno de los dos matrimonios, Fernando Alver Fernández tuvo descendencia, por lo que ahora su viuda, de avanzada edad y afincada en Madrid, ha decidido constituir una Fundación para que junto con el Ayuntamiento de Carrión el palacete se abra a nuevos usos teniendo y tenga como beneficiarios a los carrioneses.
A las biznietas de Ángel Fernández les parece acertada la decisión  porque entienden que «es  muy costoso  mantener una casa de estas dimensiones y el que la Fundación y el Ayuntamiento de Carrión se puedan hacer cargo y se visiten las dependencias que la gente del pueblo no conoce o que se le pueda dar a la Casa distintos usos puede ayudar sin duda a su mantenimiento», asevera Rosario Fernández.
Rosario recuerda que de niña le llamaban especialmente la atención los magníficos salones, uno con las paredes azules, otro decorado en rosa con cortinas y sillas haciendo juego,… una sala de juegos con billar, y ajedrez, «donde después de comer era habitual sentarse a tomar café y  jugar, y eso lo hemos visto nosotras de pequeñas».

LA ‘FUNDACIÓN LOURDES ALONSO’. La Fundación Lourdes Alonso se ha constituido hace menos de un mes ante notario en Madrid, ciudad donde vive la actual propietaria de la Casa Grande. La Fundación, según los estatutos aprobados, la pueden integrar hasta 15 miembros, pero actualmente son cinco las personas que forman parte de ella.
Además de Lourdes Alonso, representada por su abogado, y de un representante de su familia, la Fundación está integrada por un portavoz de la familia de Fuentes Quintana, también por José Luis Valenciano, pintor y benefactor de Carrión (algunos de sus cuadros los ha donado al Museo de Arte Contemporáneo) y por el alcalde de la localidad, Javier Villafruela.
Precisamente el alcalde señala que lo primero que va a llevar a cabo la Fundación es un estudio arquitectónico «para conocer qué intervenciones urgentes requiere la edificación para su conservación, aunque parece claro que habrá que actuar en el tejado, y a partir de ahí estamos abiertos a muchas ideas».
Ideas que pasan por albergar desde un restaurante, a poder reconvertir la Casa de los Fernández en  un hotel aprovechando las numerosas dependencias de que dispone y sus amplias dimensiones, e incluso crear una biblioteca local sobre Carrión y sus vecinos más ilustres.
«La experiencia que hemos tenido en Carrión de otras casas y de otros edificios emblemáticos es que han ido desapareciendo. Pasa el tiempo, las herencias no se terminan de concretar y por unos o por otros las construcciones se van deteriorando, se van cayendo y luego no queda nada», señala Javier Villafruela.
La Fundación y el Ayuntamiento de Carrión de los Condes tienen claro que el objetivo ahora es conseguir la inversión necesaria a través de distintos programas que puedan existir para conservar edificaciones tan extraordinarias como la Casa Grande.
De inicio, la Fundación dispone de un presupuesto de 9.000 euros y el Ayuntamiento de la ciudad jacobea  ha incluido en el presupuesto del próximo año una partida de 3.000 euros. «Es un comienzo y a partir de ahí buscaremos financiación. La Fundación Lourdes Alonso es una entidad sin ánimo de lucro y en este marco tienen cabida distintas inversiones que se puedan hacer para mantener la Casa y destinarla a usos que reviertan en el pueblo de Carrión».
Concluida la visita, Mercedes San Millán, tataranieta de Ángel Fernández, se muestra orgullosa de sus antepasados:  «Es una casa preciosa, y me parece un acierto establecer los mecanismos que sean necesarios para que la gente de Carrión conozca la verdadera historia de Don Ángel Fernández que demostró que amaba mucho a su pueblo y que sin duda tiene un lugar destacado en la nómina de  carrioneses ilustres».

BENEFECTORES DE CARRIÓN. La Familia de los Fernández como eran conocidos en Carrión fueron grandes benefactores de la localidad. De hecho la hermana de  Ángel, llamada Celestina, y  su marido, Santiago Delgado, financiaron y mandaron construir el Barrio de la Caridad en Carrión de los Condes.
El matrimonio murió sin descendencia y su patrimonio se empleó en la construcción de ese Barrio, uno de los  más populares y más populosos de la localidad carrionesa.

Fuente: Diario Palentino, 26 de noviembre de 2014